El 29 de Mayo el cielo del Litoral y el Quisco amaneció nublado, el frío y las nubes amenazaban con lluvia y el mar estaba picado, con olas grandes y desordenado. El viento comenzaba a nortear y parecía que todo el plan que teníamos se nos venía abajo.

Desde las 7:00 AM ya habíamos comenzado a bajar los equipos para nuestra nueva clínica de Surf Adaptado, los alumnos y sus papás ya comenzaban a enviarnos mensajes diciéndonos que los chicos estaban listos para participar y tener esta nueva experiencia, algunos de ellos habían llegado la noche anterior al Litoral de los Poetas y muchos durmieron solo un par de horas debido a sus ansias y expectativas. Pero el Surf Adaptado tiene una magia que nadie la entiende, hasta que la vive, hasta que la experimenta y hasta que se empapa con esta energía tan fuerte y potente como una ola de Punta de lobos o el Gringo.

A las 8:00 AM comenzaron a llegar los Voluntarios, surfistas y no surfistas que solo querían ayudarnos, sin esperar nada a cambio, muchos de ellos sin haber participado antes, no sabían lo que recibirían…

A las 9:00 teníamos la playa lista, con toldos, sillas anfibias, pasarelas para permitir el acceso de las sillas de rueda, las tablas adaptadas, audio y video listo para una jornada que sería larga y reconfortante.

Ahí seguían las nubes advirtiéndonos que quizás se largaba el aguacero o nos daba una tregua para el disfrute y así no más fue. Neptuno nos dio la mano, el cielo se abrió y el celeste del cielo apareció, el Sol calentó el ambiente, el viento nos dio una tregua y las olas se ordenaron para permitirnos surfear con los chicos.

Poco a poco comenzaron a llegar los alumnos, un grupo de 25 personas llegó en un furgón desde Santiago, todos se saludaban felices, los papás y mamás se organizaron para distribuir los alimentos, para poner las cocinillas y hacer chocolate caliente y de la nada ya eran 35 niños que esperaban ponerse el traje y subir a las tabla. Todo fluyo tal como cuando vas sobre la ola y la conexión empalma perfecto.

El día pasó rápido, las emociones se vivieron a cada momento, con papás que soltaron lágrimas al ver a sus hijos hacer algo que nunca imaginaron, otros que con temor nos pasaban a sus retoños más preciados y asumíamos la responsabilidad de hacerlos pasar un bello momento y muchos otros que sin dudar querían otra y otra ola más.

Esto es el Surf Adaptado, esta es la familia que crece y crece cada día más gracias a un puñado de valientes que realizan estas actividades a lo largo de Chile y que se siguen encargando de que esto no decaiga, de que crezca y se fortalezca aún más. Desde el Norte hasta el Sur se siguen sumando escuelas a este movimiento y de a poco comienzan a organizarse, a compartir conocimientos y experiencias en beneficio de las miles de personas que tienen alguna discapacidad y que desean experimentar la sensación de surfear.

Todos sabemos que el Surf es mucho más que solo tener una tabla o correr una ola. El surf es una conexión con la naturaleza, con la playa y el mar, es aprender a interpretarlo, a leer las condiciones, pero también a compartir, a reír y disfrutar juntos.

El Surf Adaptado es justamente eso, es compartir, disfrutar y admirar el espíritu de superación que tienen muchas personas, los cuales quieren sentir también el placer de montar una ola sobre una tabla de surf.

En Septiembre se vivirá una nueva jornada de Surf Adaptado en el Quisco, si tienes la intención de ayudar como voluntario, o de asistir con alguna persona que tenga alguna discapacidad, por favor contáctate con Andrés Miranda al teléfono +56990823357 o al email solosurf@solosurf.cl.

Le damos las gracias a la Municipalidad de El Quisco, a la Armada de Chile y todas las empresas colaboradoras que nos ayudan a hacer que los sueños de los niños se cumplan.

LOS ESPERAMOS EN LA PRÓXIMA!!

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